El uso de tarjetas bancarias sin contacto, a menudo conocidas como EMV sin contacto (cEMV), para viajar en el transporte público se popularizó enormemente hace unos años. Lo que hace que estos sistemas sean únicos es su capacidad para permitir que cualquier pasajero viaje utilizando lo que ya lleva en su bolsillo, así como para calcular automáticamente el importe de la tarifa y cargarlo a la tarjeta de crédito/débito correspondiente.
Esto ha sentado las bases de una nueva forma de desplazamiento que elimina la necesidad de que los pasajeros adquieran un billete antes de viajar. Los sistemas cEMV no solo aportan ventajas a los usuarios de los medios de transporte, sino que también permiten a las autoridades y los operadores acabar con la gestión de dinero en efectivo y con los costes derivados de la emisión de billetes en papel o de sus tarjetas de plástico propias.
No es necesario sacar un billete antes de viajar, lo cual resulta ideal para los usuarios que utilizan este servicio por primera vez y ayuda a romper una de las principales barreras de acceso al transporte público.
Las tarjetas EMV sin contacto siguen la filosofía de Masabi centrada en que los pasajeros traigan su propio billete («Bring your Own Ticket» o «BYOT», en inglés), por lo que las autoridades y los operadores ya no tendrán la necesidad de emitir (tantos) billetes en papel o plástico y, de esta forma, pueden ahorrar en costes.
El hecho de poder viajar con un simple acercamiento de la tarjeta hace que el uso del transporte público resulte mucho más cómodo y, además, fomenta la creación de una experiencia óptima. De esta forma, se elimina la necesidad de conocer el recorrido exacto y la preocupación por gastar dinero de más gracias a las denominadas «tarifas límite».
El término «recaudación sin contacto» se refiere al uso de tarjetas bancarias sin contacto para viajar en sistemas de transporte público. En esta entrada del blog profundizamos en el uso de tarjetas bancarias sin contacto y de aplicaciones como Apple o Google Pay para viajar en transporte público con un simple acercamiento de la tarjeta o un toque en el teléfono móvil.