Las autoridades y los operadores de transporte tienen la oportunidad
de diseñar y crear sus propios sistemas de recaudación. Sin embargo, esta alternativa conlleva unos costes de construcción, mantenimiento y actualización elevados, un periodo de implementación que puede ser de años e implican gastos de dinero y recursos adicionales a la hora de publicar nuevas funcionalidades y características, por lo que suelen ir deteriorándose con el paso de los años.
Por otra parte,
las autoridades y los operadores pueden optar por una estrategia de recaudo electrónico como servicio para disfrutar de sus múltiples ventajas. Una vez que se crea una nueva capacidad, su implementación resulta extremadamente rápida, ya que todos los miembros utilizan la misma plataforma y el mismo código. De esta forma, el hecho de que los costes sean compartidos hace que su implantación, mantenimiento y actualización sean mucho más rentables y, además, permite que todos los usuarios disfruten de mejoras constantes de las funcionalidades y las características del sistema.